No una foto cualquiera, sino una foto que estaba borrada, entera negra y con las caras empañadas.
Casualmente, he pensado en el futuro. ¿Esto es lo que va a pasar dentro de unos años, que cada pequeño recuerdo, momento que prometimos no olvidar se acabe esfumando con el tiempo?
Era una imagen empañada de negro, con esos momentos que hacen la eternidad y, aún así, se veían las sonrisas, esas que decían que en ese mismo momento, todo era idílico.
Quizás el tiempo nos ayude a olvidar lo que no queremos o, tal vez, nos robe nuestros pequeños pedazos de felicidad y los encierre en un baúl bajo llave... Quién sabe.
El tiempo es el que decide por nosotros. Nosotros no podemos decidir por él, ni rogarle, aún sufriendo, que se detenga o retrocede.
No podemos luchar contra el reloj de lo efímero.
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