Navega viento en popa, el mar arrastra contigo los residuos.
A lo lejos te veo en el horizonte, ya no puedes volver, nunca más te veré.
Resultas del resurgir de los mares que te avanzan guiado por las olas.
Nada, nada lejos y nunca lo volverás a encontrar. Ese bote que pequeño zarpó y de tu retina un barco se alejó.
Olvidarás tal vez lo que llevaba consigo, recordarás lo superfluo, aquello bueno que desearías que siguiera contigo.
Nada, nada queda en tu pañuelo blanco que le despide, que le grita adiós. Tal vez pidiéndole volver, regresar o repetir aquello que ya partió.
Pero ya son recuerdos, memorias inexistentes.
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