Hace 120 días me empecé a percatar de que serías alguien importante para mí. Lo siento, me subestimé, no pensé que llegarías a ser parte de mí.
Y es que ahora se me antojan tus manos, tus besos, tu cara, tus labios que me digan 'quédate un ratito más'.
No me acostumbro a no tenerte cerca en cada instante, pero sueño que no me dejan estar contigo y rápidamente me despierto y sonrío porque sé que estás pensando en mí.
Y aunque no siempre todo ha sido fácil (y aún quedan muchos obstáculos que saltar), mi vida no sería ni la mitad de feliz que cuando estoy contigo.
Gracias por cada pequeño detalle, por cada mirada, cada exhalación de felicidad, cada alegría pero también gracias por hacerme un poquito más fuerte, por hacerme recapacitar sobre lo importuno.
Prométeme que no cesarás de quererme nunca..nunca. Porque yo no podría ser sin ti. No quiero ser sin ti.
Quiéreme siempre, aun en tus días malos como en los mejores, bajo la luna y bajo la tormenta, bajo la luz y bajo la sombra, bajo la ansiedad de los días que no terminan y encima de una cama interminable.
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