Pocas fotos para demasiados y tantos momentos. Fotos que sólo muestran una pequeña parte (pequeñísima) de todo lo que hemos vivido juntas.
Estar ahí cada día, con todo por delante para decir; aguantar, levantarse y volver a caer, seguir a ras del suelo; abrazar un momento concreto, una sonrisa estúpida o cuatro palabras que no significan nada. Tardes desvanecidas en el fondo de una taza de café, noches ahogadas en dos o tres copas de alcohol, fumarnos la vida, vivir el momento, lágrimas que se encuentran en el mismo bar de siempre.
Soy incapaz de imaginar un momento en el que tú no estés conmigo, a mi lado, siguiendo y guiando cada paso; riéndote por las tonterías de siempre, la rutina…
Siempre he dicho que los amigos verdaderos
son aquellos que llevan toda una vida a tu lado precisamente porque han compartido la mayor parte de tus momentos. Ahora sé que no. Ambas sabemos que una persona llega en un momento concreto a tu vida, no importa cómo. En una simple tarde puede llegar a convertirse en una de esas personas sin las que no puedes llegar a vivir. Una de esas amigas que sólo se pueden contar con los dedos de una mano.
Nos quedan muchas cosas por delante. Tantas como historias que pueden llegar a haber. Ni tan siquiera importa si esta vez ya nos separamos físicamente. Sea la distancia que sea, el tiempo que sea, habrá algo que permanecerá patente en nosotras: todo aquello que nos une.
Por eso, son dieciocho años de los que yo he podido formar parte de ellos en tan sólo la última etapa. Pero no me importa, sé que he estado ahí para todo aquello que has necesitado y cuanto has querido y así va a ser durante muchos años más, todo el tiempo que podamos.
Esto no sería una felicitación completa si no te diera las gracias por estar constantemente ahí, al otro lado del teléfono para sacarme una sonrisa o para impresionarme con tus múltiples ‘’hazañas’’. Gracias por lo que has conseguido demostrarme en tan pocos años, mi futura médico.
Esto no sería una felicitación completa si no te diera las gracias por estar constantemente ahí, al otro lado del teléfono para sacarme una sonrisa o para impresionarme con tus múltiples ‘’hazañas’’. Gracias por lo que has conseguido demostrarme en tan pocos años, mi futura médico.
Eres increíble Funny, y este día es tuyo. Tus esperados 18. Muchísimas felicidades otra vez.
Te quiero muchísimo.
Te quiero muchísimo.
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