Lo primero de lo que uno se olvida es de la voz. Esa melodía que resuena en nuestras cabezas pero que, tras no escucharla durante poco tiempo, se esfuma y debemos inventarla.
Más tarde, comienzas a evacuar de tu memoria los rasgos físicos, esos ojos, las manos que tantas veces han sujetado a las tuyas, su figura inconfundible...
Cuando el amor camina a través de tiempo por sendas distintas se olvidan muchas cosas. Demasiadas cosas.
Pero hay algo de lo que uno no se olvida nunca en la vida: de lo feliz que fuiste con esa persona. Eso es lo único que perdura en nuestra memoria, la felicidad del tiempo soñado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario