lunes, 1 de agosto de 2011

La felicidad del tiempo soñado





Lo primero de lo que uno se olvida es de la voz. Esa melodía que resuena en nuestras cabezas pero que, tras no escucharla durante poco tiempo, se esfuma y debemos inventarla.
Más tarde, comienzas a evacuar de tu memoria los rasgos físicos, esos ojos, las manos que tantas veces han sujetado a las tuyas, su figura inconfundible...
Cuando el amor camina a través de tiempo por sendas distintas se olvidan muchas cosas. Demasiadas cosas.
Pero hay algo de lo que uno no se olvida nunca en la vida: de lo feliz que fuiste con esa persona. Eso es lo único que perdura en nuestra memoria, la felicidad del tiempo soñado.

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