martes, 3 de enero de 2012

¡Basta ya!

Una espiral de círculos que se mueven. Que no paran de moverse. En mi cabeza. Giran lentamente y chocan unas contra otras. Chocan entre sí, sin parar, hacen daño pero persisten en mi cabeza.
Los recuerdos de la memoria, la memoria de la tristeza, la tristeza empañada y el empeño de no volver.
De querer creer, de saber poder, de mirar atrás y nunca más regresar.
Lo intento y no miro, insisto y persisto. ''No quiero'', me aguanto. ''No puedo'', lo intentas.

Gira en mi cabeza como pequeños recovecos de colores, negros , marrones y hasta amarillos. Todos ellos bien distintos.
Me rindo, no puedo, creo que debo. ''Es tarde'', me voy. Si insistes un poco más lo vas a perder. Lo pierdo, ¿qué más? Proponme otro reto, no necesito a nadie más.
A ti, no te quiero. A ti, yo te debo. A ti yo te espero y sin embargo yo muero. Me desespero pensando que pudo y no fui capaz al final. De volver al final, de volver a creer en un túnel hacia la eternidad.

¿Cuántas páginas empañadas? ¿Cuántos cristales en blanco? ''¿Por qué?'', insiste. No puedo contestar, no debo, no quiero, no puedo. ¡Basta ya!

Basta ya de esa nube de recuerdos, de historias ya vividas que no dejan ver el vago sentimiento de la eternidad.
Me duelen los dedos, tecleo y no puedo. ¡No debo!
Grita en mi cabeza, grita ahora que puedes, ahora que nadie te oye. Grita porque solo yo voy a saber de ese latido, de algo que ya ni duele ni vuelve.


Y ahora...ahora..ahora ten en cuenta que esto tan solo es un mero recuerdo más, nunca más será un vaticinio de esperanza. Nunca más.

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