domingo, 31 de octubre de 2010

Abismos.


Tarde azul que se pone gris. Días verdes convertidos en amarillo. Historias de amores pasados hartas de repetir. Esperanzas de todo lo que pudo haber sido. Reflejos de inspiración.
Miradas que se juntan. Tormentas ya unidas. Y un reflejo de deseo que te busca sin cesar, que quiere brillar más.
Cae la arde y con ella, una lágrima. Muere en el silencio, grita que no existe. Cabezas que se giran por no querer mirar. Negar lo evidente, consumirse en el fuego. Llegar a ser espía, espía del alma.
El amor que un día trazó fronteras y estableció los limites. Mi mente ya se ha ido, ya no existe.
Tardes que se juntan con el silencio. Abrazos ya sin alma.

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