Hola, suena ridículo empezar con un 'hola', sobretodo si no se sabe qué decir y le vas a contar algo a alguien que puede que cambie todo para siempre.
No hay que empezar, ni tampoco terminar, esto no tiene contenido. El contenido lo forma todo esto, la forma en la que lo hago y todo lo que estos años me han demostrado.
El querer, el no poder. El poder y no querer.
Esa bipolaridad. Todo eso que se hace añicos cada vez que discutimos. Las lágrimas que adornan mis mejillas. La sonrisa que me invade, nerviosa, que no puedo evitar al verte.
El que pienses que soy feliz así, sin nada más. Pero cuánto se puede llegar a equivocar uno. No soy feliz así. Ni tan siquiera lo soy si tuviera todas aquellas cosas que deseo tener. No lo sería nunca. Porque lo que realmente me haría feliz, que dejaría todo, no puedo tenerla.
No quiero que nos dejemos hablar, ni tan siquiera que las cosas cambien, aunque yo sepa que lo harán.
Y dejar de escribir gilipolleces que no llevan a ninguna parte si no exploto.
Me jode, y me jode no sabes cuánto.
Te quiero tanto, no te quiero como conocida, ni tan siquiera como amiga. Te quiero, te quiero de esa forma tan especial, tan característica de estos últimos seis años.
Te quiero.
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