lunes, 5 de septiembre de 2011

Cuando todo estaba desgastado ya, cuando no entendía las palabras porque nadie las encontraba o no se podían traducir.
Cuando creí que estaba tan rota que perdí la esperanza de creer en lo que quería.
La tarde se turnó fría. Hace sol por el día. Parece llover en los momentos menos pensados.
Días de prisa, tardes de lluvia vertida en las cubiertas de grandes rascacielos.
Cielos y espadas que luchan contra el viento, contra la brisa negruzca que cubre el garzo cielo que sólo desde lo más alto se puede divisar.
Ciudad llena de melancolía, de recuerdos, de ganas, de vida.

Y hay que ver cómo pasa el tiempo, recorriendo por momentos.
Sin pensarlo ya no eres una niña, eres más adulta, más mayor. Lo que antes eran tradiciones ahora ya no lo son, ni tan siquiera las recuerdas.
Un año más, uno más en el que, muchos de esos momentos tan malos, el tiempo, que es el que mejor nos conoce, se los llevará.
Pero conocerás miles de situaciones, de momentos que tu mente grabará, que dejará muy dentro de tu memoria como una etapa más.
Nueva vida y, por lo tanto, nuevas sensaciones y emociones que te harán brillar aún más.

[To be continued some day, one day at a time. Maybe. Why not?]

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