jueves, 24 de marzo de 2011

Idiota.

Que si se marcha, yo sé que lloraré su ausencia como si el corazón me hubieran robado.
Me arrebataron su vida, intentaron traer su olvido.
¿Cómo olvidar a la persona que más he querido?
Cuánto le quise, cuánto le amé aun cuando en las noches me pisaba el alma.

Querer retroceder, querer emerger de esta inmensa pena que su ausencia me regala.
Regalo del trágico desenlace que conllevó nuestro amor.

Y tener miedo, tener realmente miedo de no volver a querer a nadie como yo le he amado.


No, no vuelvas a mí, dolor que petrifica, angustia que elimina.
Mi corazón enjuto, en un puño, que no quiere volver a albergar aquel amor que nunca olvidó.
No volver a rozar su cuerpo, no rozar sus labios sin que me acompañen esas lágrimas tristes, lágrimas negras, carbonizadas de un amor que pudo y no fue.
Si no quiero que vuelvas, no volverás nunca más. Porque el pasado fue, y mi presente es mi mitad.

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