miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las cosas por aquí no van del todo bien..


¡Cuánto duelen sus palabras! ¡Cuánto, las que salen de sus bocas! Con la respiración entrecortada y las lágrimas inundando sus mejillas.
Habitación vacía. De un diez de noviembre.
Pensó, años atrás, que no les volvería a ver juntos, que aquello de desvaneció. Nadie sabe lo mucho que se equivocó. Pero hace daño, ay, si ellos lo supieran. Trastocar la realidad. Pedir a gritos cobijo y que nadie te ayude. Porque nadie te puede ayudar.
Sin contextuar frases eludientes que no digan nada.
Enciende un cigarrillo y se ahoga en el humo.
Y grita. Lo intenta pero no puede. Ya no puede.
Y el corazón bombea sangre a borbotones. Por lo poco que quedaba y ahora ya no queda nada.
¡Cuánto duele lo que dicen! ¿Cuánto? No se sabe cuánto.

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