Sueñas que sólo quieres soñar

- ¿Diga?

- Soy yo.

-¿Qué es lo que quieres?

-Quería hablar contigo, verás...

-No, lo siento, es tarde. Sí, soy yo la que tiene que hablar contigo.

-Pues... no sé. Me sorprendes...

-No te puede sorprender nada. O mejor dicho, claro que te sorprenderá. No tienes nada que ver ya en mi vida. Todo se ha agotado, se ha acabado. Y, sin embargo, cada vez que quieres volver, yo estoy ahí, como una tonta. Y a cambio, ¿qué recibo? Nada, absolutamente nada. Porque el tiempo vuelve a pasar, te olvidas.

-Tengo una explicación. Yo puedo..

No, no puedes. Llevas en mi vida muchos años, más de los que mis amigas desearían. Y, sin embargo, ¿qué es lo que me das? No puedo decirlo porque no lo sé. A lo mejor me das algo, puede, pero yo no lo veo, ni lo palpo con mis manos. Sólo es en mis sueños cuando todo va mejor.

Ahora hay un chico ahí fuera que está esperando que salga a por él, que lo deje todo, que te olvide.

Y claro que tiene razón, he vivido como una esclava atada a tu cuerpo, a los sinsabores, perdiéndome oportunidades que están ahí, delante de mis narices para que luego me encuentre con tus palabras intentándolo excusar. ¡Y qué tonta era! Me lo creía todo. Estaba ahí cada vez que estabas mal, cada vez que...

-Eras mi ángel, alguien te puso ahí y yo no supe darme cuenta. Me ayudabas a levantarme de esas caídas sin yo quererlo. Y claro que no quería. Y claro que me agobiaba. Y estaba con otras chicas porque me gustaban, porque me lo pasaba bien. Y lo hacía, créeme. Tuve los mejores años de mi vida, créeme en esto también. Salí, me emborraché, no volvía a casa, estaba con 5 chicas todas las noches..

- Cállate. ¡Cállate!

- No me has dejado terminar.

-Y no quiero. Sé que nunca hemos sido nada y tampoco te lo echo en cara. O quizás sí, pero no quiero saber qué has hecho durante todos estos años.

- Voy a hacer como si nada hubiera oído... Estaba con 5 chicas o más cada noche, me lo pasaba genial, era mi ambiente. Pero pronto me dí cuenta de que esas chicas a la mañana siguiente eran desconocidas que no sabían nada de mi, pero tampoco lo intentaban.

Que, al igual que yo, sólo querían pasárselo bien.

Pero me dí cuenta. Me dí cuenta de que era en ese momento sólo necesitaba a una persona que en ese instante ya no estaba conmigo, porque la había perdido.

Había perdido ese rayo de luna que me dormía todas las noches y al despertar seguía a mi lado mirándome a los ojos y diciéndome lo mucho que le gustaban los despertares conmigo. Y también a esa chica que es sencilla pero que no se olvidaba ni un sólo detalle de su imagen ni de los demás. Porque me he dado cuenta de lo mucho que te quiero y me haces falta..

-Ahora voy a seguir yo. Hace a penas una semana..No, a penas unos días. Me hubiera muerto por que me dijeras algo así. Pero a día de hoy me he dado cuenta de que, por mucho que te haya querido, las cosas entre nosotros siempre van a ser iguales y va a haber alguien pasándolo mal, que soy yo.

-No tienes por qué. Te lo prometo.

-¿Sabes a caso, la de noches que me he dormido esperando un puto sms que no llegaba? ¿A caso no sabes que he esperado cada segundo, al pie del cañón, para que supieras que estaba ahí? Tampoco sabes la de noches que me has robado, cada vez que me dormía pensando que no te podía tocar, ni tan siquiera ver. Pero yo seguía ahí, a pesar de todo..

Pero, de pronto, quizás porque haya madurado, quizás no, me he dado cuenta de que las cosas son así, que no se puede dar más de lo que se espera recibir. Porque poco a poco te vas quedando vacía, encuentras la frustración, ese dolor que estaba al fondo de tu corazón y se ha ido a cumulando y acaba saliendo a flote aunque tú no quieras.

Tenía que hacerlo, desengañarme de todo, pensar en un final cercano. Y lo he hecho. Y lo que sé es que ahora no quiero saber nada de ti, sólo quiero ser una más, como lo he sido siempre.

-De verdad, te lo prometo, he cambiado..

-He cambiado,eso dices siempre y, al final, todo es igual. Solo soy una ilusa que creía haber encontrado al chico de sus sueños.

- Y lo soy

-Lo eras. En mis sueños.